Y es que no puedo decir nada más. (Bueno, algo me saldrá ahora…)
Gracias a todos los que habéis hecho que esto sea posible. Gracias por seguirnos y leer cada uno de los post que escribimos, porque en este 2015 han sido bastantes. Hemos acabado el año con 32 artículos nuevos, ¡un gran avance!. Es el primer año completo que Cambio de continente ha estado investigando en el mundo animal para traeros lo mejor, lo más raro, lo más curioso, y es que éste fue nuestro primer propósito…
También os hemos contado algunas de mis prácticas… y madre mía la que se lía en cada una, ¿cierto?. Pues parece que os gustan, porque el artículo más visto fue el de «¡GRAN MOMENTO!», sí, aquel post en el que las flatulencias bovinas os enseñaban una de las partes más conocidas de esta carrera que casi casi ya acabamos.
Empezamos escribiendo cada lunes, pero hemos acabado decidiendo que escribiremos aquel día de la semana que más nos apetezca, que el tiempo nos lo permita, y en este aspecto os tengo que pedir disculpas, porque hay fechas que es más complicado escribir, y a veces necesito más tiempo…
Para este 2016 tenemos preparadas sorpresas, más que sorpresas, nuevas ideas que esperemos poder lleva a cabo. Pero antes os voy a contar un poco lo que ha supuesto el 2015 para Cambio de continente.
2500 visitas nos abalan, sinceramente, GRACIAS, en un total de 78 países de este mundo, destacando como los más «fans» España, Estados Unidos, Brasil y México, pero también tenemos muchos otros, pasando por 5 continentes, desde China o Rusia, hasta Australia, Tailandia o Malasia, llegando a Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudí, sin dejar Mozambique, Mali o Sudáfrica, incluyendo a nuestros vecinos de la Unión Europea, como Italia, Francia, Eslovenia, Noruega… y por supuesto, pasando por Colombia, Argentina, Ecuador, Venezuela, Chile, República Dominicana… Y los que no he nombrado… ¡GRACIAS! Gracias a todos por aportar pequeños granitos de arena que cada día nos motivan más.
He de agradecer también a los que nos dais un poco más de juego, sí, aún más, con vuestros comentarios, porque nos encanta que preguntéis dudas y que hagáis sugerencias. ¡Animaros en este nuevo año a escribirnos y debatir con nosotros!
Como último agradecimiento, y no podía faltar, GRACIAS Petaqui ( http://www.petaqui.com/ ) por impulsarme y apoyarme en este proyecto, y por supuesto, por diseñarlo y hacerlo real.
¡Un brindis por todos vosotros, porque os lo merecéis!
Siempre que se habla de los animales en peligro de extinción Cambio de Continente pretende llegar hasta allí…
Larga es la lista que encontramos si buscamos, y grandes son los intentos de concienciación que el mundo poco a poco va generando.
El último, y seguro muchos habréis visto en las noticias, el que se llevó a cabo en la fachada del famoso rascacielos Empire State en Nueva York. Gracias a la ayuda de 40 proyectores se pudieron ver imágenes realmente espectaculares con semejante tamaño del edificio.
El proyecto fue dirigido por Louie Psihoyos, director del documental “Racing Extinction”.
La verdad es que es una gran idea para mostrar públicamente la situación de la vida salvaje del planeta, concienciar a millones y millones de personas viendo tal espectáculo en tan impresionante lugar. Sin embargo, no dejo de pensar en que se podrían usar esos 40 proyectores para seguir concienciando a la población sobre otros asuntos, otros asuntos que hoy en día son sumamente importantes… (Aquí cada uno que ponga los suyos).
Lo que pretendo decir con este post de hoy es que, por supuesto que es imprescindible proteger las especies en peligro de extinción, y también las que no lo están, pero que utilicemos lo que tenemos para concienciar además sobre otros temas… No es mi intención criticar destructivamente dicho espectáculo, al revés, pretendo incitar a que se siga haciendo, enfocado hacia otros asuntos también… Vamos, ya que se habrá pagado semejante dineral por los 40 proyectores, que se sigan empleando en algo útil, o que no hubiesen sido 40 y se hubieran repartido a quiénes también lo necesiten…
Repito, es una idea genial, impresionante, brutal, pero que me gustaría se llevase también más allá de las especies en peligro de extinción.
Es importante ver que la ayuda debe empezar hacia lo que más cerca tenemos, a veces mucho más de lo imaginamos, y luego ya, poco a poco y según se pueda, colaborar para conseguir un mundo mejor.
(A veces pretendo decir tantas cosas que no me salen las palabras exactas, pero como suelo decir “yo me entiendo, y el que quiera entenderme, también lo hará”)
(Hoy no hablamos de especies raras, sino que hacemos referencia a una de dos patas que normalmente es la que más daño provoca a las demás, incluso entre miembros de esa misma especie. Sí, muy de darle al coco hoy, qué pensáis?)
Sí, llega Junio, y con él, unos cuantos exámenes. Sentimos mucho el parón que haremos estas semanas, pero volveremos en cuanto se pasen! Muchos animales nuevos por descubrir en mil y un lugares! Mientras tanto, podéis aprovechar para leer antiguos posts que aún no hayáis leído… muchos son los bichejos que nos han acompañado hasta ahora en Cambio de Continente.
Para todos aquellos que también tengáis exámenes, mucha suerte!!
Hoy no vengo a contaros nada sobre bichos raros de otros lugares. Hoy el bichejo raro soy yo.
Os traigo la práctica más esperada por todo veterinario. Y no, no es apta para sensiblones.
Mi abuela siempre me decía, “pero África, ¿seguro que quieres estudiar veterinaria? ¡¡¡Vas a tener que meter la mano por el culo a las vacas!!!” ¡Pues así es, abuela!
Esta semanita pasada tuvimos el gran momentazo. Y para todos los que queráis saber qué se siente, diré que ¡calentito! 🙂
Tras el gran éxito que tuvo en Facebook, os adjunto después un enlace con el vídeo del momento. Os va a gustar, creedme.
Técnicamente, la práctica conocida como “tacto rectal en vaca”, consiste en tocar, a través del recto, los ovarios de nuestra querida amiga, para poder evaluarlos, pero creo que esto no os interesa tanto. Las preguntas más frecuentes han sido “¿Qué se siente?”, “¿No te dio asco?”, “¿Metiste todo el brazo?”…y otras tantas del estilo.
He de decir que no se le hace daño a la vaca, para los que podáis pensar que sufre, en serio, las heces ocupan bastante más que mi brazo, llamadlo experiencia.
Como ya he dicho, calentito, muy calentito. Súper a gusto. Metí toda la longitud del brazo necesaria para llegar a lo que tenía que tocar (sí, con la oreja bien pegada). Y por último no, nada de asco, a pesar de lo que penséis tras ver el vídeo, pero en verdad, cosas peores hay en este mundo. Si tenéis más preguntas no lo dudéis, estaré encantada de matar vuestra curiosidad.
Una sesión merecedora de un post en Cambio de Continente.
No escribiré mucho más, mejor vedlo vosotros mismos. Una imagen vale más que mil palabras, y si le ponéis sonido al vídeo, ya ni os cuento.
Sólo se les ocurre a mis padres ponerme por nombre África.
Con tan solo dos años, ellos ya se imaginaban a qué podría dedicarme… Y es que sólo quería comer si me bajaban al prado donde estaban las vacas, o donde tenía mi tío los perros. De regalo de cumpleaños yo quería perritos, para Reyes, perritos también, cuando se iban de viaje, perritos…. Era lo único que les pedía.
Mi madre siempre andaba con cien ojos, porque yo tenía que acercarme a toooodos los animales, daba igual grande que pequeño…
Pero no quedó ahí la cosa. Cuando empecé el cole, en infantil, cada uno teníamos asignada una imagen, y la mía era un elefante.
Mis primeros dibujos ya lo decían todo (Mus era el perro de mi tía).
Seguí creciendo con la idea de «médico de animales», hasta que por fin entré en la Universidad. Veterinaria, ¡si ya lo sabían mis padres!
Hasta me tatué una jirafa, ¡qué raro! Y por supuesto, uno de mis próximos destinos es África…
Fue ahí, en la Universidad, cuando conocí a una persona genial, que confía en mí y me ha dado esta oportunidad para poder escribir. Gracias, mil gracias.
«Cambio de continente» es el blog que me permite contaros todas mis aventuras con animales, o aquellas cosas sobre ellos que ya se saben, o a veces no, y debemos conocer. Sólo pretendo introduciros un poco en el mundo animal, que viváis lo que yo vivo y disfrutemos juntos.
Creo que esto es una locura, esperemos que salga bien…
Suscríbete correo electrónico
¿Africa?
Sí, de nombre África. ¿Cambiamos de continente y descubrimos otras especies?