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Sólo tenéis que acercaros a las costas que más cerca tengáis para poder sumergiros en las aguas tropicales y templadas de todo el mundo y ver al bichejo que traemos hoy, de entre los invertebrados, dicen que el más inteligente, perteneciente a los moluscos, y en el grupo de los cefalópodos (que significa “pies en la cabeza”). Con hasta 3 metros y unos 25 Kg los más grandes, ¿todavía no sabéis de qué os hablamos hoy? Pues sí, el famoso Octopus vulgaris, al que todos llamamos pulpo común o roquero.

Pulpo por Pat David

A pesar de ser molusco, nuestro amigo carece de conchas, con lo que es casi por completo blando (luego aclaramos por qué no del todo), de tal forma que tiene una gran capacidad de movimiento, sin esqueleto, pudiendo llegar a meterse en sitios increíblemente complicados de llegar.

Su cuerpo se divide en dos partes bien diferenciadas, el primero, el saco globoso, siendo éste el verdadero cuerpo, ya que en él encontramos los órganos vitales, y el segundo, son los ocho tentáculos que le caracterizan, pudiendo tener cada uno una longitud cercana o superior al metro. Son muy musculados, utilizándolos en la caza de sus presas y en su desplazamiento por los fondos marinos. Por debajo, estos tentáculos poseen unas ventosas que les sirven para fijarse a su presa o a las rocas durante la cacería. Estas ventosas en muchas especies están denticuladas.

Además, en los machos, el tercer tentáculo de la derecha está especializado en la reproducción, y en el extremo encontramos una expansión que le ayuda en la introducción del esperma en la hembra durante la cópula. Es conocido como el hectocótilo.

Pulpo por Philippe GuillaumeComo detalle, en caso de sentirse atrapado o capturado por algo, nuestro amigo puede hacer que uno de sus tentáculos se desprenda, regenerándolo más tarde sin ningún problema.

Dentro de todos los órganos que encontramos en el saco, destacamos dos, los ojos, ya que como ocurre en los vertebrados, se componen de córnea, iris, cristalino y retina, lo que les confiere una muy buena visión. Aun así, no funcionan igual; para que os hagáis una idea de cómo lo hacen, nosotros aumentamos y disminuimos el tamaño del cristalino para enfocar los objetos, mientras que ellos lo acercan y lo alejan de la retina, y con ayuda de la pupila, que posee forma de rendija, mantienen la posición vertical.

El otro órgano a destacar es el cerebro, confiriéndoles una gran inteligencia y que según los científicos, les dota de una espectacular capacidad de aprendizaje.

En un lateral del saco, encontramos un tubo que conecta el manto o cavidad interior con el medio externo y crea unas suaves corrientes de agua que permiten al animal realizar el intercambio gaseoso. Este tubo es conocido como sifón. En caso de sentirse amenazado, el pulpo genera un espasmo en la musculatura del sifón, provocando una potente contracción de éste que hace que se cree una fuerte corriente de agua, haciendo que el animal salga a propulsión del lugar de amenaza. Al mismo tiempo, secreta una sustancia densa y oscura que aturdirá al cazador, dando tiempo al pulpo para esconderse. Los pulpos de aguas profundas también pueden imitar el movimiento de las medusas con sus tentáculos para deslizarse por las aguas.

A la hora de comer, gracias a un rápido movimiento de los tentáculos, atrapará en su mayoría a pequeños moluscos y crustáceos, que los meterá en su boca, donde encontramos las mandíbulas con forma de pico (aquí el porqué de que no es blando por completo), cuya mordedura es bastante dolorosa. Además, su saliva hace que las presas queden inmóviles.Pulpo por Arnaud Abadie

La capacidad para pasar desapercibido será su gran arma, a la vez que su gran escudo, haciendo que los cromatóforos (células de pigmentación especializadas) de su organismo se adapten a las superficies, imitando a la perfección los colores que le rodean.

Su guarida será construida con las conchas de los moluscos de los que se alimenta, piedras y objetos de los fondos marinos.

Son solitarios y sólo se juntarán para reproducirse. Tras el cortejo del macho a la hembra, éste depositará con el hectocótilo paquetes seminales conocidos como espermatóforos. Algunos mueren tras la cópula, como algunas hembras, que tras cuidar a los huevos que han depositado, no se han alimentado, y no llegan a sobrevivir. Los huevos quedarán adheridos a rocas o algas hasta la eclosión, de la que surgirán pequeños pulpos similares a los adultos. Así, la vida media del pulpo es corta, de unos 12-18 meses.

Animales fascinantes que nos dejan alucinando con sus habilidades.