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Esta semana no podríamos hablar de otra cosa. Probablemente muchos de vosotros hayáis visto una noticia que está dando la vuelta al mundo desde hace unos días, la inminente extinción del rinoceronte blanco del norte (Ceratotherium simum cottoni), y es que SÓLO queda un macho 🙁

Photograph: Brent Stirton/National Geographic/WENN.com

Photograph: Brent Stirton/National Geographic/WENN.com

Este rinoceronte es una subespecie del rinoceronte blanco, actualmente existen el del norte y el del sur. Éste último se encuentra en la situación de “casi amenazado”, según la Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza.

Sudán, así se llama el protagonista de hoy. Tiene 42 años, lo que implica que es un animal mayor, ya que la esperanza de vida de estos animales está en torno a los 50 años. Fue criado en un zoo de la República Checa, donde tuvo varias crías, y se decidió trasladarlo a Kenia, junto con otras dos hembras de la misma especie, para mejorar sus condiciones de vida e intentar salvar la especie.

Existen varias especies de rinocerontes, algunas más amenazadas que otras, pero ninguna tan cerca de la extinción como ésta. Tanto la destrucción de su hábitat como la caza furtiva son las culpables de dicha situación.

En Asia, siguen creyendo en la artes curativas del cuerno del rinoceronte (que puede curar el cáncer DICEN… entre otros), así como en su poder afrodisíaco, con lo que es muy cotizado, hasta el punto de pagar 70.000€/Kg de cuerno…

Photograph: Brent Stirton/National Geographic/WENN.com

Photograph: Brent Stirton/National Geographic/WENN.com

Pero es que la composición de este magnífico cuerno es la queratina, el mismo material que forma nuestras uñas! Alucino con esta gentuza, deberían arrancárselas una a una… Total, mismo material, mismas creencias, ¿no?

Kenia ha decidido proteger los cinco últimos ejemplares que quedan del rinoceronte blanco del norte. En el Ol Pejeta Conservancy (área protegida en Kenia), se encuentran Sudán y dos hembras de esta especie. Están bajo vigilancia armada permanente, las 24 horas del día, todo para evitar que alguien tenga la genial idea de acabar con ellos.

En el Zoo de San Diego, en EEUU, también hay una hembra, puesto que el macho que tenían allí murió de viejo estas Navidades pasadas. Y la otra hembra continúa en un zoo de la República Checa.

Tan sólo 5 animales de una de las especies más bellas del planeta. De ellos, tan sólo un macho.

Lo que se pretende hacer ahora es inocular semen de Sudán en óvulos de las hembras de su misma especie, con la intención de hacer “embriones rinocerontes probeta”, es decir, embriones de laboratorio, que luego serán implantados en el útero de hembras de la subespecie del sur. Todo por conseguir que la especie que hoy protagoniza el blog no llegue a extinguirse. Difícil trabajo… Un trabajo del que me encantaría formar parte, por ello seguiremos estudiando veterinaria y escribiendo en Cambio de continente, y deseando que puedan tener grandes resultados 🙂