Armadura animal
¡Dasipódidos! No sabéis de los que os estoy hablando, ¿no? Pues por cosas como ésta es por lo que tenéis que seguir acompañándonos en nuestros viajes.
¿Recordáis que en el post de los pangolines hablábamos sobre unos bichejos que se parecían mucho? ¡Pues hoy les dedicamos éste a ellos!
¡Bienvenidos armadillos! También conocidos con la palabra con la que hemos empezado este post, dasipódidos (Dasypodidae). Contando con más de 20 especies dentro de esta gran familia…
Lo que más les caracteriza es esa armadura, esas placas, formadas por escamas óseas dérmicas, que recubren su cuerpo, extremidades, cabeza y cola, placas que les sirven como protección, haciéndose bola ante cualquier amenaza.
Su tamaño varía de 15 cm hasta 1’5 m, pesando casi cerca de 30 kg los más grandes, y su cola puede llegar a los 55 cm.
Como defensa, cuentan con unas garras que les ayudan tanto a anclarse al suelo si algo intenta moverlos, como para soltar un buen arañazo, además de poder excavar sus madrigueras. En caso de que nuestro amigo sea el que se asusta con algo inesperado, puede que pegue un gran salto, y asustar a cualquier depredador que intente capturarlo, con lo que también le será de gran ayuda.
El hocico puntiagudo les permite buscar en la tierra pequeños insectos con los que alimentarse, además de algún huevo pequeño o frutos que encuentre. Y como mecanismo especial, su larga y pegajosa lengua es la encargada de capturar hormigas y termitas. También cuenta con numerosos y pequeños dientes, pero sin esmalte.
El sentido del oído y el del olfato los tienen muy desarrollados, pero por el contrario, la vista no es su punto fuerte, captando sólo las formas estáticas.
La madurez sexual llega en torno a los dos años de edad (su longevidad es de unos 12-15 años). Tanto machos como hembras poseen una glándulas anales por las que secretan una sustancia muy perceptible, y en épocas de celo, las hembras tienen un olor particular, que hará que los machos lleguen a luchar con otros del mismo sexo para ser uno de ellos el encargado de producir la descendencia.
De toda esta información que os contamos hoy, cabe destacar lo que sucede en la reproducción: todos los miembros de una misma camada son gemelos, es decir, todos son del mismo sexo e iguales. (¡Sí, yo también alucino!)
Lo normal es encontrarlos en solitario. América es el continente elegido por estos pequeños para vivir en libertad. La gran mayoría en el sur, en bosques monzónicos, selvas lluviosas y zonas más abiertas como sabanas, cultivos, herbazales…
Pero su estado de amenaza indica un elevado riesgo de extinción, que podría acabar con ellos en poco tiempo. Su mayor enemigo es el hombre, tanto por la caza como por la destrucción de sus hábitats.
#Provolo11315