Personas del bosque
Así es, la traducción de la palabra malaya “orangután” es “persona del bosque”, y tiene todo el sentido del mundo.
Veréis, el término “persona” hace referencia a su código genético, ya que los humanos compartimos con estos fantásticos animales el 97% de dicho código (yo creo que algunos comparten incluso más…), y “bosque” nos lleva a su lugar de residencia, a los bosques lluviosos de Sumatra y Borneo, situados en el sudeste asiático.
Su hábitat diferencia dos especies de orangutanes, el orangután de Sumatra (Pongo abelii) y el de Borneo (Pongo pygmaeus).
Pelirrojos que pueden alcanzar los 60 años de longevidad, con hasta 100 Kg los grandes machos, metro o metro y medio de altura y una envergadura de brazos de 2-3 metros, lo que hace que sus largiluchos brazos toquen el suelo al caminar. Pero pocas veces les veremos en el suelo de dichas zonas tropicales, sino que viajan de árbol en árbol, alimentándose de ricas y sabrosas frutas, hojas, algún insecto e incluso cortezas.
A diferencia de otros grandes simios, los orangutanes viven gran parte de su vida en solitario. Los machos son los que viajan más, en busca de hembras con las que reproducirse, emitiendo tremendos sonidos, tanto para ahuyentar a otros machos como para luchas por una hembra. Tras dicha época, el macho seguirá su camino, y la hembra tendrá que hacerse cargo ella sola de la cría, cuidándola hasta que pueda valerse por sí misma, en torno a los 7 años de edad, con lo que suelen criar cada 8 años, más o menos.
Y diréis, joer Afri, te has lucido con la comparación, pero cuando son pequeños son taaaaaan monos… <3 <3
Una de las cosas más características de estos bichejos, además de su tono rojizo de pelo, son esas enormes mejillas marrones de los machos, que a mi me recuerdan al típico sartenazo de los dibujos, y no es para menos… ¡Son enormes! Pues esto les permite esconder un gran saco en el que almacenan el aire con el que emiten esos increíbles sonidos, pudiendo escucharlos a varios kilómetros de distancia.
Son animales espectaculares, tranquilos, súper inteligentes, capaces de hacerse su lecho de cama cada día, a base de hojas, usando cualquier cosa en plan herramienta.
El gran problema de estas preciosidades, que está haciendo que estas especies entren en lista de peligro de extinción, es la enorme deforestación que se está llevando a cabo en sus hábitats, además de la caza furtiva que sufren los individuos más jóvenes, tras matar a sus madres.