Pulpo común o roquero
Sólo tenéis que acercaros a las costas que más cerca tengáis para poder sumergiros en las aguas tropicales y templadas de todo el mundo y ver al bichejo que traemos hoy, de entre los invertebrados, dicen que el más inteligente, perteneciente a los moluscos, y en el grupo de los cefalópodos (que significa “pies en la cabeza”). Con hasta 3 metros y unos 25 Kg los más grandes, ¿todavía no sabéis de qué os hablamos hoy? Pues sí, el famoso Octopus vulgaris, al que todos llamamos pulpo común o roquero.
A pesar de ser molusco, nuestro amigo carece de conchas, con lo que es casi por completo blando (luego aclaramos por qué no del todo), de tal forma que tiene una gran capacidad de movimiento, sin esqueleto, pudiendo llegar a meterse en sitios increíblemente complicados de llegar.
Su cuerpo se divide en dos partes bien diferenciadas, el primero, el saco globoso, siendo éste el verdadero cuerpo, ya que en él encontramos los órganos vitales, y el segundo, son los ocho tentáculos que le caracterizan, pudiendo tener cada uno una longitud cercana o superior al metro. Son muy musculados, utilizándolos en la caza de sus presas y en su desplazamiento por los fondos marinos. Por debajo, estos tentáculos poseen unas ventosas que les sirven para fijarse a su presa o a las rocas durante la cacería. Estas ventosas en muchas especies están denticuladas.
Además, en los machos, el tercer tentáculo de la derecha está especializado en la reproducción, y en el extremo encontramos una expansión que le ayuda en la introducción del esperma en la hembra durante la cópula. Es conocido como el hectocótilo.
Como detalle, en caso de sentirse atrapado o capturado por algo, nuestro amigo puede hacer que uno de sus tentáculos se desprenda, regenerándolo más tarde sin ningún problema.
Dentro de todos los órganos que encontramos en el saco, destacamos dos, los ojos, ya que como ocurre en los vertebrados, se componen de córnea, iris, cristalino y retina, lo que les confiere una muy buena visión. Aun así, no funcionan igual; para que os hagáis una idea de cómo lo hacen, nosotros aumentamos y disminuimos el tamaño del cristalino para enfocar los objetos, mientras que ellos lo acercan y lo alejan de la retina, y con ayuda de la pupila, que posee forma de rendija, mantienen la posición vertical.
El otro órgano a destacar es el cerebro, confiriéndoles una gran inteligencia y que según los científicos, les dota de una espectacular capacidad de aprendizaje.
En un lateral del saco, encontramos un tubo que conecta el manto o cavidad interior con el medio externo y crea unas suaves corrientes de agua que permiten al animal realizar el intercambio gaseoso. Este tubo es conocido como sifón. En caso de sentirse amenazado, el pulpo genera un espasmo en la musculatura del sifón, provocando una potente contracción de éste que hace que se cree una fuerte corriente de agua, haciendo que el animal salga a propulsión del lugar de amenaza. Al mismo tiempo, secreta una sustancia densa y oscura que aturdirá al cazador, dando tiempo al pulpo para esconderse. Los pulpos de aguas profundas también pueden imitar el movimiento de las medusas con sus tentáculos para deslizarse por las aguas.
A la hora de comer, gracias a un rápido movimiento de los tentáculos, atrapará en su mayoría a pequeños moluscos y crustáceos, que los meterá en su boca, donde encontramos las mandíbulas con forma de pico (aquí el porqué de que no es blando por completo), cuya mordedura es bastante dolorosa. Además, su saliva hace que las presas queden inmóviles.
La capacidad para pasar desapercibido será su gran arma, a la vez que su gran escudo, haciendo que los cromatóforos (células de pigmentación especializadas) de su organismo se adapten a las superficies, imitando a la perfección los colores que le rodean.
Su guarida será construida con las conchas de los moluscos de los que se alimenta, piedras y objetos de los fondos marinos.
Son solitarios y sólo se juntarán para reproducirse. Tras el cortejo del macho a la hembra, éste depositará con el hectocótilo paquetes seminales conocidos como espermatóforos. Algunos mueren tras la cópula, como algunas hembras, que tras cuidar a los huevos que han depositado, no se han alimentado, y no llegan a sobrevivir. Los huevos quedarán adheridos a rocas o algas hasta la eclosión, de la que surgirán pequeños pulpos similares a los adultos. Así, la vida media del pulpo es corta, de unos 12-18 meses.
Animales fascinantes que nos dejan alucinando con sus habilidades.
Especies en peligro de extinción
Siempre que se habla de los animales en peligro de extinción Cambio de Continente pretende llegar hasta allí…
Larga es la lista que encontramos si buscamos, y grandes son los intentos de concienciación que el mundo poco a poco va generando.
El último, y seguro muchos habréis visto en las noticias, el que se llevó a cabo en la fachada del famoso rascacielos Empire State en Nueva York. Gracias a la ayuda de 40 proyectores se pudieron ver imágenes realmente espectaculares con semejante tamaño del edificio.
El proyecto fue dirigido por Louie Psihoyos, director del documental “Racing Extinction”.
La verdad es que es una gran idea para mostrar públicamente la situación de la vida salvaje del planeta, concienciar a millones y millones de personas viendo tal espectáculo en tan impresionante lugar. Sin embargo, no dejo de pensar en que se podrían usar esos 40 proyectores para seguir concienciando a la población sobre otros asuntos, otros asuntos que hoy en día son sumamente importantes… (Aquí cada uno que ponga los suyos).
Lo que pretendo decir con este post de hoy es que, por supuesto que es imprescindible proteger las especies en peligro de extinción, y también las que no lo están, pero que utilicemos lo que tenemos para concienciar además sobre otros temas… No es mi intención criticar destructivamente dicho espectáculo, al revés, pretendo incitar a que se siga haciendo, enfocado hacia otros asuntos también… Vamos, ya que se habrá pagado semejante dineral por los 40 proyectores, que se sigan empleando en algo útil, o que no hubiesen sido 40 y se hubieran repartido a quiénes también lo necesiten…
Repito, es una idea genial, impresionante, brutal, pero que me gustaría se llevase también más allá de las especies en peligro de extinción.
Es importante ver que la ayuda debe empezar hacia lo que más cerca tenemos, a veces mucho más de lo imaginamos, y luego ya, poco a poco y según se pueda, colaborar para conseguir un mundo mejor.
(A veces pretendo decir tantas cosas que no me salen las palabras exactas, pero como suelo decir “yo me entiendo, y el que quiera entenderme, también lo hará”)
(Hoy no hablamos de especies raras, sino que hacemos referencia a una de dos patas que normalmente es la que más daño provoca a las demás, incluso entre miembros de esa misma especie. Sí, muy de darle al coco hoy, qué pensáis?)
Pez tubo arlequín
Bajo las aguas tropicales del océano Pacífico y del Índico, entre los 3 y 25 metros de profundidad, habitando los increíbles arrecifes de coral, un pequeño bichejo de morfología característica crece hasta los 12 cm. Éste es el Solenostomus paradoxus, más conocido como pez tubo arlequín o pez fantasma arlequín.
Como bien os contamos, posee una morfología especial, tan especial que le permite pasar desapercibido completamente. Su cuerpo es alargado, con increíbles colores, pasando de transparente a negro, y con manchas de color rojo, amarillo, azul, blanco… Pudiendo cambiarlo si las condiciones los requiriesen. Suele permanecer junto a los crinoideos o las gorgonias, que son ejemplares que crecen en los corales y se asemejan tanto en color como en forma a nuestros pequeños de hoy.
Además, está completamente rodeado por unos “pinchos” o espículas que le hacen tan especial. Son unas placas dérmicas estrelladas. Incluso en las aletas, que se dividen también adquiriendo esta forma, de tal manera que le es muy complicado poder nadar, con lo que se dejan llevar por las corrientes o hacen como los caballitos de mar, avanzando de poco en poco con movimientos rápidos.
Las hembras, sin embargo, tienen las aletas pélvicas en forma de bolsa, donde protegerá e incubará los huevos para que puedan desarrollarse. Esto implica un gran esfuerzo, por ello, este sexo es algo más grande. Cuando dichos huevos eclosionen, las larvas saldrán de la bolsa, abandonando a la madre, independizándose y uniéndose al plancton, viviendo de forma pelágica, arrastrados por las mareas. Cuando se hagan adultos, se instalarán en los arrecifes de coral, donde adquirirán el color más característico del lugar. (Quién no querría vivir en uno de esos, verdad?)
Suelen ser solitarios, aunque se han observado grupos o parejas. A la hora de elegir pareja, cabe destacar que tienen especial interés por ejemplares del mismo color o muy parecido.
Se alimentan con pequeños invertebrados marinos que encuentran, succionándolos cual aspirador.
Es una especie catalogada como poco común, que quiere decir que está ampliamente difundida, pero en escaso número en su hábitat. Siempre decimos que hay que cuidar a nuestros animales, pero si nos metemos en los arrecifes de coral… ¡Cuidar se queda corto!
Osos polares
Con el calor que hace estos días a mí sólo me apetece algo de fresco, así que en Cambio de Continente nos ponemos el abrigo y os llevamos hasta el Ártico.
De entre los animales más grandes del planeta, con casi 700 Kg de peso y una longitud de unos 2’6 metros (algo menos las hembras), llegando a vivir hasta 30 años, hoy conocemos un poco más al magnífico oso polar (Ursus maritimus).
Animales que nos dejan embobados, por lo menos a ésta que escribe, con su pelaje, su fuerza, su forma de vida, su capacidad de supervivencia… todo ello hace que se merezcan un gran respeto, y más por animales como nosotros.
Tienen que soportar temperaturas muy bajas, con lo que su cuerpo debe estar preparado para ello, de tal forma que se protegen con una gran capa de grasa subcutánea, un pelaje translúcido, formado por pelos huecos que les confieren mayor aguante en dicho ambiente, orejas y cola cortas para evitar pérdidas de calor, unas patas muy robustas que también les permiten una buena sujeción sobre los terrenos helados, y además, a pesar de lo blancos que los vemos, llegando a confundirse entre los tonos de la nieve, su piel es negra. Este tono oscuro hace que capten más cantidad de luz solar, haciendo que adquieran calor de esta forma.
Otra capacidad que les aporta resistencia al ambiente es la reducción del tono cardiaco, sin realizar la hibernación, reservando el uso de energía para cuando lo necesiten de verdad, como para la caza.
Y hablando de caza, algo torpes caminando pero buenos nadadores que recorrerán cientos de kilómetros hasta encontrar alimento. Las focas son su manjar favorito, así como otros pequeños mamíferos, evitando a las morsas adultas, puesto que pueden ser amenazas para ellos. En caso necesario, llegan a consumir canales de otros animales más grandes fallecidos.
A la hora de reproducirse (suele ser una vez cada tres años), los machos pelearán por la hembra, y normalmente sólo se juntarán para esta acción, el resto del tiempo vivirán en solitario. La hembra puede presentar una implantación diferida, que consiste en no desarrollar el óvulo fecundado hasta que las condiciones mejoren. Excavan una caverna en el hielo y permanecen ahí, ahorrando energía para poder mantener la gestación y la consiguiente lactación de los pequeños. Tras seis-nueve meses de gestación será el parto, en el que lo más común son dos gemelos. Y la madre será la encargada de cuidarlos durante 2 años, más o menos.
Como curiosidad, destaca la toxicidad de su hígado, sin llegar a afectarles a ellos, pero siendo muy perjudicial para el ser humano, con lo que el ser humano lo dejó de consumir. Se debe al elevado nivel de vitamina A que contiene.
Su estado vulnerable hace que sea otro de los tantos animales que tenemos que proteger, y en este caso, el cambio climático está haciendo que dicha labor se convierta en una difícil tarea, que no imposible… esperemos.